Hoy quiero compartir el caso de esta paciente que consultó por un eccema de manos que tenía desde hacía años. Había realizado varias pautas de tratamiento tópico y oral con poca mejoría.
El día de la consulta, ella consideraba que no era de los peores días. Me enseñó fotos de su móvil con múltiples grietas abiertas, con sangrado en algunas de ellas. Tenía niños pequeños y lo pasaba fatal con cosas tan cotidianas como bañarlos, cambiarle el pañal o incluso acariciarlos.
Previamente le habían realizado pruebas epicutáneas, también conocidas como pruebas del parche o patch test. Se trata de un procedimiento médico no invasivo que se utiliza para identificar alérgenos específicos responsables de reacciones alérgicas cutáneas de tipo retardado, como la dermatitis de contacto alérgica. En este caso habían sido negativas.
Entre una foto y otra han pasado 4 meses, la foto superior es del día de la primera consulta, y la inferior es del día de la revisión. La paciente respondió muy bien a la nueva pauta de tratamiento, pues ya no tenía picor ni dolor y podía realizar una vida normal.