La mayoría de nosotros tenemos lunares en nuestra piel. 

Cuando recibimos a los pacientes en consulta para revisarse sus lunares habitualmente nos encontramos con 3 grandes grupos de pacientes: el paciente que ya ha sido intervenido de lunares atípicos o melanoma, el que tiene múltiples lunares y se los controla periódicamente y el que ha notado algún cambio reciente en alguno de sus lunares. El periodo entre sucesivas revisiones en pacientes con múltiples lunares, lunares atípicos u otros factores de riesgo suele oscilar entre 6-12 meses. En algunas ocasiones hay circunstancias que pueden hacer que este periodo se acorte, necesitando una revisión inmediata.

Estas circunstancias incluyen: 

– Cambios rápidos (semanas o meses) en las características de un lunar (forma, bordes, color, tamaño). Los lunares con este tipo de cambios suelen cumplir la regla ABCDE (Asimetría, Bordes irregulares, Coloración irregular con varios tonos o muy oscura, Diámetro mayor de 6 mm y Evolución). Los cambios muy rápidos y transitorios en los lunares suelen ser debidos a mecanismos externos afortunadamente benignos en muchos casos (traumatismos o roces, infección de un folículo piloso en el lunar, etc.). No obstante, siempre en caso de duda, mejor consultar al dermatólogo.

– Molestias sin causa conocida en algún lunar (picor, escozor, dolor, pinchazos), sobre todo si son reiteradas o mantenidas en el tiempo (más de 3-4 semanas).

– Heridas o sangrado en un lunar. Podría ser por un traumatismo o roce sin importancia, pero si no conocemos la causa y el sangrado se repite a lo largo de varias semanas, mejor consultar. 

– Aparición de algún lunar nuevo, con un aspecto diferente al de la mayoría de los demás lunares (lo que llamamos el “patito feo”).

– Aparición de bandas o áreas pigmentadas en una uña, sin causa conocida. Lo más frecuente es la aparición de una mancha oscura, violácea o negra que corresponde con un hematoma subungueal como consecuencia de un traumatismo. En estos casos la pigmentación se desplazará hacia delante a medida que crezca la uña, hasta desaparecer. Si esto no ocurre, debe consultar al dermatólogo.

–  Y por último no nos podemos olvidar de revisar las mucosas (labios, mucosa oral, área genital, región perianal…) en las cuales también pueden aparecer lesiones pigmentadas. Si aparecen lesiones nuevas en estas localizaciones con un aspecto dudoso también deben de ser consultadas.