Los hemangiomas son los tumores benignos más frecuentes en la infancia. Aparecen en 1 de cada 10 recién nacidos; siendo más frecuente en niñas y prematuros. Son bultos rojizos que van creciendo durante los primeros meses de vida.
Al inicio son imperceptibles y se van haciendo visibles en las primeras semanas de vida. Durante los primeros meses de vida suelen tener un crecimiento muy llamativo, es la fase proliferativa. Posteriormente, alrededor de los 12 meses, suelen ir reduciendo su tamaño, es la fase involutiva (puede durar años hasta su completa desaparición).
Los dermatólogos solemos diagnosticar estas lesiones mediante la exploración clínica, en general no necesitamos pedir otras pruebas o análisis.
La mayoría de los hemangiomas no producen ningún problema al ser de pequeño tamaño.
Tenemos que prestar especial atención a los hemangiomas localizados cerca de los ojos, boca o vías respiratorias pues al crecer podrían afectar la visión o la respiración. Otra complicación puede ser la ulceración del hemangioma que puede causar dolor, sangrado o infección.
En cuanto al tratamiento, será individualizado para cada caso concreto. Dependerá fundamentalmente del tamaño, la localización y la presencia de ulceración.
En el caso que presento hoy decidimos tratarlo con propranolol oral debido al tamaño del hemangioma. Comenzamos el tratamiento a los 4 meses de edad (primera imagen). Las 2 siguientes imágenes corresponden al control que se realizó 3 meses y 6 meses después de comenzar el tratamiento.
Es muy importante consultar al dermatólog@ en los primeros meses de vida para establecer el diagnóstico preciso y valorar lo antes posible el tratamiento más adecuando para cada paciente.
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